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Se presenta una obra sobre abuso sexual

La española Ángela Tejedor trae su obra unipersonal “Diana, cazadora de cabezas”.

“Diana, cazadora de cabezas” es el nombre de la fuerte obra.
“Diana, cazadora de cabezas” es el nombre de la fuerte obra.
25/04/2013 00:00
Con un planteo y un tema súper inquietante e incómodo, la actriz española Ángela Tejedor presenta por estos días en Córdoba la obra Diana, cazadora de cabezas de la Compañía Teatro de Hemoficción.
Presentada como un espectáculo “unipersonal de dimensiones épicas”, esta pieza teatral se podrá ver este viernes, a las 22.00, en la sala de La Chacarita de calle Jacinto Ríos 1.449, con una entrada general de 40 pesos.
Escrita por Juan Trigos y con la dirección de Lorenzo Mijares, la obra aborda la dura realidad de una mujer que habiendo sido niña fue abusada por su padre y tras liberarse de ese horror se convierte en una cazadora de hombres.
En su devenir, Diana le da muerte a Jorge (al que sólo le interesaba el sexo) y sale en busca de la cabeza de su padre, para convertirse en la liberadora de las mujeres violadas.
Y todo eso, en el marco de una historia que también tendrá que ver con el racismo, los complejos y muchas cosas más.

Córdoba también descubre el misterio del Teatro de Hemoficción

Se trata de una innovadora disciplina escénica creada en México y que llega a nuestra ciudad de la mano del actor Lorenzo Mijares, quien también la ha desarrollado en España. Todos los viernes presenta funciones en Casa Grote y en junio realizará un taller de formación.

Ma. Florencia Vercellone | fvercellone@lmcordoba.com.ar
Como ocurre con todo movimiento vanguardista, que llega para patear el tablero de lo establecido, resulta difícil encontrar las palabras justas para definirlo. Quizás, con el tiempo, cuando se institucionalice, los libros puedan explicarlo con mejores elementos conceptuales. Por lo pronto, y mejor aún, contamos con quien, en primera persona, puede manifestar lo que es el “Teatro de Hemoficción”, disciplina que nació hace algunas décadas en México, de la mano del dramaturgo Juan Trigos, y que ahora se disemina con decisión por otros tantos países.
Quien habla es Lorenzo Mijares, actor y autor coterráneo de Trigos, que llegó a Córdoba hace ya más de tres meses, con la idea no sólo de exhibir obras surgidas desde la Hemoficción, sino también de generar propuestas de formación para los jóvenes de la ciudad.
Pero, para empezar es bueno preguntarse, ¿qué es la hemoficción? La primera respuesta podría ser la básica relación de sílabas, llegando a la conclusión de una “ficción de la sangre”, sin embargo, el término encierra mucho más que eso. “Es muy difícil, como actor, verbalizar todo lo que contiene la palabra, siento que me quedo corto. Pero voy a hacer el intento: tiene que ver con la herencia, con la violencia, con nuestra propia historia. Pero por otro lado, la hemoficción -como Juan Trigos lo explica-, es una suerte de folklor abstracto que toma como una reinterpretación del folklore nacional (mexicano) cargada de dramatismo poético. Es un juego, que cree en la aparición de los fantasmas, y que toma en serio el misterio a lo largo de los milenios”, apunta Mijares en diálogo con LA MAÑANA.
El manifiesto de Mijares sobre la Hemoficción afirma “Todo cuadra de manera misteriosa”, y es ahí cuando uno empieza a entender esta disciplina, que plantea en escena una historia, pero que viene de mucho antes y pasa por nosotros (y por el actor), nunca por casualidad. “Si es que hay algún mensaje en el teatro de la Hemoficción, es la búsqueda de la conciencia, la intención permanente en busca de lo inexplicable. Por eso se liga la Hemoficción directamente a la magia, pero no en el sentido de la espectacularidad, sino de eso que asegura que las casualidades no existen, que los personajes que veo o interpreto siempre revelan cosas antiguas. Es una metodología ligada íntegramente a la motricidad del actor, más allá del pensamiento y del entendimiento. Es pura pulsión, obedeciendo al drama mismo”.
Este fin de semana, y durante junio, las obras que Mijares estará presentando en Córdoba serán “Contra-Sujeto”, de Juan Trigos, el viernes a las 21.30 en Casa Grote, pero también en Espacio Máscara, las piezas “Diana cazadora de cabezas” (el sábado) y “Cabeza de perro con orejas de conejo”, el viernes 7 de junio.
A pesar de tanta explicación teórica, el actor asegura que para ser espectador de sus obras, no es necesario contar con un bagaje previo. “Por supuesto que se puede disfrutar sin tener la más remota idea de lo que es la Hemoficción, pero te mentiría si no reconozco que en mi experiencia, necesariamente es importante que espectador esté abierto a escuchar, dispuesto a una nueva mirada de ver las cosas”.
Aunque parezca lo contrario, a pesar de estar cargadas con un dramatismo existencial, las obras de Hemoficción se desarrollan a partir de un lenguaje que juega mucho con el sentido del humor, pero un humor “muy particular”, según lo explica Mijares: “Es un humor negro, cáustico, porque nos obliga a reír de las cosas más tremebundas. Es un teatro que expone de manera muy cruel, pero también juguetona, la parte más terrible de los seres humanos, con mucho desenfado, y uno termina riendo de todo esto”.
Aunque la vida de Mijares gira hoy en torno a la Hemoficción, llegó a ella por medio del teatro convencional, tratando de entender con sus elementos las nuevas ideas de Trigos.
“Cuando comencé a hacer Hemoficción, venía de lo tradicional, y trataba de abordarlo de una manera que había aprendido. Y esto no servía, tuve que hacer borrón y cuenta nueva para poderme acercarme a la ficción desde el movimiento puro, obedeciendo a la intuición”. Con la idea de acortar este proceso a quienes quieran hoy conocer la Hemoficción, es que Mijares comenzará el próximo 12 de junio un taller en La Cochera (F. Rivera 541). Allí, se encontrará con los actores noveles de Córdoba, quienes ya lo han sorprendido tanto por su interés, como por su predisposición. “En Córdoba me encontré con una sorpresa muy interesante, por Toto López, primero, y su gente, que me han abierto las puertas de manera extraordinaria. El teatro independiente en Córdoba en general, y a diferencia de España que trabaja como en cerrojo, es una comunidad, hay un deseo colectivo de abrirse a los demás”, cuenta Mijares, quien llegó a La Docta de la mano de Marcela Etchichury, actriz cordobesa que recibió su formación en su estadía en España.
“Viví en España durante 9 años y ahí conocí a Marcela. Por eso Córdoba fue la elección más natural, para acceder a los conocidos. Pero la idea fue venir a Argentina como una puerta a América latina”.



Eso que llaman "hemoficción"

La fascinación por la obra de Juan Trigos trae a Lorenzo Mijares y compañía, con la actitud de un promotor cultural que busca nuevos horizontes. Para ver en Casa Grote.

Marcela Echichurri y Lorenzo Mijares muestran un concepto de teatro de matriz mejicana, con resonancias de Artaud. Foto: Facundo Luque/ La Voz
Marcela Echichurri y Lorenzo Mijares muestran un concepto de teatro de matriz mejicana, con resonancias de Artaud. Foto: Facundo Luque/ La Voz
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Por Beatriz Molinari 14/05/2013 14:41
Teatro de Hemoficción. El título sorprende e intriga. Lorenzo Mijares, mejicano, y Marcela Echichurri, cordobesa, se apasionan al contar que se dedican a la obra extensa del narrador mejicano Juan Trigos, autor de ‘hemoficción'.
"Juan Trigos -dicen- se refiere a la ficción sangrienta, por la familia, la herencia, la violencia. Sus obras están cargadas de dramatismo e intensidad. Es una especie de alarido de dolor de humanidad ancestral que se da de manera estridente, expresionista. Termina siendo hilarante porque tiene un sentido del humor muy propio de México. Humor negro, sarcástico. Cada frase puede provocar, también, un dolor desgarrador". Y al ser muy exagerado, provoca la risa.
"Pienso en el monólogo Cabeza de perro con orejas de conejo, -dice Marcela-. Una mujer se queda sola en la casa, porque su marido se fue con otra. Ella queda tramando venganza, y espera que no le quiten la casa. Vemos cómo Alicia está preocupada por vengarse, y torturando a un perrito, que es un títere". Y alude a esa mezcla de enojo, rabia y locura que provoca risa. La cabeza del perro le dice: ‘Bueno, ya, mátalos'. Pero ella contesta que sólo los vivos sufren. Quiere vivir en eterna persecución.
En Contra-sujeto, un personaje que ha visto en su infancia a dos personas jugando con la cabeza de un muerto, lleva una vida impregnada por ese hecho.
La relación entre Trigos y Antonin Artaud es inevitable. En un manifiesto, Mijares escribió que lo que Artaud buscaba con su alarido como artista y sus escritos en el Teatro de la Crueldad, lo llevó a México en busca de la llama extinta en Europa: "Artaud hablaba de la crueldad en sentido más refinado: que la cultura impacte la vida del ser humano, nos haga reconocer lo miserables e incapaces que hemos sido de crecer como seres humanos y a favor del desarrollo de la conciencia".
A nivel actoral, coinciden con Artaud en Alquimia del teatro cuando dice que el actor tiene la posibilidad de que, a través de las vidas de los personajes, se produzca una alquimia. "Que la mierda se transforme en oro. El actor de hemoficción vive la experiencia de ser un asesino serial y experimenta un proceso alquímico, se humaniza y el método de Lorenzo incorpora parámetros (acción, gesto, tono, intención y ritmo) para un personaje. El actor consigue las emociones. Cuando baja del escenario no es la misma persona. El músculo emocional se expande", señala Marcela, que viajó a España en 2003 y allí encontró lo que le gusta hacer.
Mijares conoció 14 años atrás la obra de Trigos, dramaturgo con 100 obras escritas. A 13 años de estrenar Dejame que te mate para ver si te extraño, Lorenzo y las actrices Marcela Echichurri y Ángela Tejedor se instalan en Córdoba para mostrar su estética. En la charla destacan la apertura que tuvieron con ellos distintas salas como La Chacarita, Espacio Tres51, La Luna, La Cochera, Espacio Máscara y Casa Grote.
En la sala de Padre Grote, Lorenzo Mijares presenta el monólogoContra-Sujeto, los viernes. Allí seguirán las presentaciones con sus obras, los primeros viernes de junio y julio. Marcela volverá conCabeza de perro con orejas de conejo. En junio, Ángela Tejedor mostrará La Diana cazadora de cabezas en Espacio Máscara. Lorenzo, Ángela y actores cordobeses, bajo la dirección de Marcela Echichurri, preparan El ojo de Edipo.
Habrá talleres de Lorenzo en La Cochera para formar actores en esta corriente y metodología, y protagonizan una experiencia de radioteatro por Internet en: zumbalaturba.com.ar (FM 99.5), todos los días a las 17.
EL DATO
Monólogo de hemoficción, Autor: Juan Trigos. Dirección y actuación: Lorenzo Mijares. Viernes a las 21.30 en Padre Grote 1080. Entrada: $ 40.

























Se presenta una obra sobre abuso sexual

“Diana, cazadora de cabezas” es el nombre de la fuerte obra.La española Ángela Tejedor trae su obra unipersonal “Diana, cazadora de cabezas”.

25/04/2013 00:00
Con un planteo y un tema súper inquietante e incómodo, la actriz española Ángela Tejedor presenta por estos días en Córdoba la obra Diana, cazadora de cabezas de la Compañía Teatro de Hemoficción.
Presentada como un espectáculo “unipersonal de dimensiones épicas”, esta pieza teatral se podrá ver este viernes, a las 22.00, en la sala de La Chacarita de calle Jacinto Ríos 1.449, con una entrada general de 40 pesos.
Escrita por Juan Trigos y con la dirección de Lorenzo Mijares, la obra aborda la dura realidad de una mujer que habiendo sido niña fue abusada por su padre y tras liberarse de ese horror se convierte en una cazadora de hombres.
En su devenir, Diana le da muerte a Jorge (al que sólo le interesaba el sexo) y sale en busca de la cabeza de su padre, para convertirse en la liberadora de las mujeres violadas.
Y todo eso, en el marco de una historia que también tendrá que ver con el racismo, los complejos y muchas cosas más.










Saturday, April 9, 2011


ENTREVISTA CON LORENZO MIJARES, TEATRO DE HEMOFICCIóN

 en General




Lorenzo Mijaresdramaturgo, director, actor, promotor cultural y artístico, dirige actualmente la Compañía de Teatro de Hemoficción con sede en Barcelona, representando las obras vanguardistas del género de la Hemoficción del escritor Juan Trigos en España y Europa a través de los Festivales de Teatro de Hemoficción, que se encuentran en su IV Edición.
Ha recibido numerosos premios entre los que se cuenta el Trofeo Eugene Ionesco en la II Edición de los Premios Niram Art celebrada en Madrid en 2010.

por Héctor Martínez Sanz

Madrid en Marco: Querido Lorenzo, te agradecemos infinitamente tu atención para nuestra Revista. La última vez que te vimos, a comienzos de diciembre, recibías el “Premio a la Celebridad España 2010” aquí en Madrid. Celebridad de España siendo de México es un poco extraño. ¿Lo ves como un reconocimiento español a todo tu esfuerzo puesto en este país?
 Lorenzo Mijares: Sin duda lo es. El premio me lo otorgan aquí por mi labor en España. También debo decir que para una comunidad como la rumana, en España es fácil valorar el esfuerzo que supone para un extranjero conseguir logros importantes fuera de su país. Esto, un inmigrante lo sabe, y por esta razón yo lo he recibido como un doble reconocimiento a mi trabajo. Estoy doblemente agradecido.

MM: Precisamente, muchas veces te hemos oído decir en las funciones que la Hemoficción es un regalo que traéis de México para España y la humanidad. ¿Corresponde la acogida del público al regalo?
 LM: Nunca agradeceremos bastante a Beethoven por sus sinfonías ni a Dostoyevski porLos Hermanos Karamásov y siempre nos quedaremos cortos con Shakespeare ante eldescomunal regalo que nos hizo solo con Hamlet. Pero lo que sí te puedo asegurar es que el impacto de la Hemoficción siempre es brutal.
 MM: Ahora mismo la Compañía de Hemoficción tiene su residencia en Barcelona y pasa también varias temporadas en Madrid. El III Festival de Teatro de Hemoficción recorrió España y Europa, por Turín, Roma. Como teatro de vanguardia tiene una proyección espectacular, más que un teatro convencional. ¿A qué lo achacas?
 LM: Yo lo atribuyo a la universalidad del arte. La Hemoficción es profundamente Mexicana pero al mismo tiempo es universal y atemporal, no conoce fronteras. Este año hemos ido a Nueva York con enorme éxito. Estaremos en Ravensburg, Alemania, iremos a Bucarest.....¡y será apenas el IV Festival!
 MM: No voy a pedirte que nos des una definición de Hemoficción, pero sí que nos hables sobre uno de sus principios fundamentales: “el crimen es un modo de purificación, forma de aligerar el peso de la culpa y una forma de alcanzar el mayor grado de conciencia”.
 LM: No lo sé. Tú lo reconoces en tu pregunta como uno de sus principios fundamentales. Yo no lo sé. Sólo sé que los seres humanos, mirados a profundidad, somos de terror. El egoísmo, la avaricia, la codicia, la miseria, la mezquindad, la incapacidad de afecto, la envidia y el odio están más presentes de lo que nadie quiere aceptar y basta sólo un poco de seriedad para verlo sin dificultad. Lo que ocurre es que asusta admitirlo. Es muy jodido verlo y mucho más lo es cuando tiene que admitirlo uno mismo. Es más “fácil” jugar a ser generosos y bondadosos. La Hemoficción juega sin vergüenza y sin pudor con eso que somos y nos sumerge en ficciones cargadas de profundidad y de una veracidad aterradora que, gracias al creador, también están llenas de poesía y belleza.
 MM: Para Antonin Artaud: “Esta crueldad, que será sangrienta en el momento que sea necesario, pero no de manera sistemática, puede ser identificada con una especie de pureza moral severa que no teme pagar a la vida el precio que sea necesario”. No ya en tanto que actor, sino como director, ¿Cuánto de Atonin Artaud hay en la Hemoficción y cuánto hay en ti de ambos?
 LM: Yo amo a Artaud y siempre he respetado sus grandes ideas sobre el teatro y el arte. Y sé que nací para ser (hacer) Hemoficción. Espero con esto responder a tu pregunta. ¿Cuánto hay en mí de ambos? Me parece que somos un mismo espíritu, por ello Artaud fue a México a buscarnos y ya nos encontramos. Yo siempre he sabido que lo único importante es el refinamiento cultural del que habla Artaud, el crecimiento espiritual, eso nos humaniza y con esto podemos dejar algo mejor el mundo a los que vienen. Es mi única responsabilidad.

 MM: Juan Trigos es el creador del movimiento de Hemoficción. Él se purifica escribiéndolo. Tú lo diriges y lo representas. ¿Te sientes el brazo ejecutor del crimen? ¿Cómo es esa purificación en ti tras actuar?
 LM: (Risas) ¡Veo que te gusta la sangre! Yo no sé hasta que punto he digerido la Hemoficción. O debo decir, si terminaré de digerir las obras que he llevado a la escena. Sí soy el brazo ejecutor en tanto que la Hemoficción me ha exigido una congruencia cruel y despiadada, de la que habla también Artaud, pero te puedo decir que gracias a esa crueldad es que he conseguido crecer como persona y como artista. Cada representación me hace acumular fuerza y certeza. El crecimiento es interno. En este sentido sí soy brazo ejecutor.Yo siempre digo a mis aprendices que un actor crece sobre el escenario en la medida en que alcanza congruencia bajo el escenario. Ahí está la verdadera purificación en mi experiencia.
MM: De hecho, cuando recogías el Trofeo Eugene Ionesco en la 2ª Edición de los Premios Niram Art (junio 2010), decías: “suelo funcionar mejor en un personaje [de Hemoficción] que dentro de éste que ven ahora. Por eso me refugio en el arte”. ¿Es también Lorenzo Mijares un personaje de Hemoficción?
 LM: No. Yo soy hijo de mis progenitores y a ellos agradezco, soy hijo del medio en el que crecí, de mi país, de la cultura y educación que recibí de mis padres, de esas precisas cosas que me ocurrieron.... y en mi búsqueda incansable, entre teatro, fiestas, libros, copas, fugas, huidas y diversos revolcones, encontré el sentido de mi vida al reconocerme en la Hemoficción, “choque brutal”, pero no como un personaje sino, más bien, como unapendice motríz de esa elevadísima poesía dramática.

 MM: Es un teatro de lo grotesco, esperpéntico, cruel, donde el crimen es consecuencia y el acento recae más sobre su origen: convenciones sociales dentro de la familia, por ejemplo. No es el dolor físico, sino moral, psicológico, que causa la sociedad y que todos sufrimos. ¿Cómo es posible expresar algo tan inmaterial en un espacio escénico?
 LM: No lo sé. Por eso amo la Hemoficción desde que me inicié con Déjame que te mate para ver si te extraño. Porque Juan Trigos, con la Hemoficción, lo consigue como yo siempre lo deseé. Desde que era yo un niño siempre quise encontrar un caldero en que aflorara sólo la verdad entre tanta putrefacción, entre tanta contradicción, entre tanta hipocresía, entre tanta y tanta mierda. ¿Cómo conseguirlo? ¿Cómo decir la verdad sin sucumbir en tantas contradicciones? Yo no lo sé, pero en la Hemoficción lo he encontrado.
 MM: En un artículo describí la Hemoficción como “herejía socio-civil”. ¿Te parece ajustada la expresión?
 LM: Se queda corta, muy corta. El arte es sublime. Y siempre, cualquier definición se quedará corta. La Hemoficción está viva.
 MM: Ahora hablo como espectador. En cada representación hay una especie de magia, de velo invisible que va cayendo. El público pasa del rechazo a la curiosidad, a la risa y a la seriedad en un vaivén de emociones, hasta la identificación con lo que acontece. Es una continua provocación irrespetuosa al “respetable” –permíteme la expresión para el juego de palabras-, un golpearle sin pausa. ¿Podríamos decir que la verdadera víctima de cada representación es el público? ¿Es necesaria la catarsis en la audiencia para el éxito de la representación?
 LM: Yo anhelo que así sea. Para mí lo es. Cada representación es una aventura emocional desconocida y grandiosa. Y deseo profundamente que lo sea para quien lo comparta conmigo. Pero ¿necesaria? Para mí la representación es un éxito por el hecho mismo de hacerla. Llevar a cabo una representación de Hemoficción es un éxito. Para mí lo es, para aquéllos con quienes comparto la escena. A mí me transforma internamente, a mí me ayuda a ser mejor ser humano, me hace más pleno y eso pretendo enseñar a mis pupilos y compartirles siempre. A mí me ayuda a agradecer a la vida y compartir apasionadamente lo que más amo hacer, que es Hemoficción. Eso ya es para mí un gran regalo. Si además el público lo comparte, pues más feliz y más agradecido estoy.
 MM: ¿Se trata de catarsis individuales, colectivas o ambas?
 LM: Ambas. Maravilloso.
 MM: Una de las obras, sin duda, más aplaudidas y reverenciadas es “Contra-sujeto”… Para mí resulta paradigmática de toda la Hemoficción teatral. En tu opinión, ¿a qué crees que se debe el éxito de “Contra-Sujeto”?
 LM: Es un monólogo que te tiene mucho más que atento durante casi dos horas. Esto ya es insospechado.....es un “tur de force” y además un reto enorme para cualquier actor. Trece personajes de lo más variopintos. Supongo que ahí radica el éxito descomunal que esta obra tiene. Un actor haciendo trece personajes durante casi dos horas.
 MM: Sin embargo, la obra de Juan Trigos que te hechiza, que te produce una colisión esDéjame que te mate para ver si te extraño, en 1999… tanto como para fundar la Compañía de Teatro de Hemoficción y promover esta vanguardia en España y el mundo desde entonces… ¿Qué ocurrió en 1999?
 LM: (Risas)... pues en pocas palabras te cuento. Con Déjame que te mate para ver si te extraño supe que tendría que renunciar a todo para dedicarme profunda, profesional y seriamente al arte. Y eso. Ahhhhhhh!!!! Ser artista alrededor de una charla de café es fácil, hasta prestigio te da... pero la congruencia que pide el arte!!!!! Me ha resultado muy difícil. Escuchar sólo a mi intuición. Hacer oídos sordos a todas las voces familiares, de amigos, dejar la vida estable, la economía estable, las comodidades... en fin, lo establecido. Supe que tendría que dejar de jugar al “director consentido y favorecido que vive un poco del cuento” para comprometerme seriamente con mi trabajo. Y bueno, llevo apenas doce años de haber sufrido este choque brutal y maravilloso.

 MM: En tu “Manifiesto” afirmas algo que hoy nos resulta extraño a todos: “Debo confesar que el primer resistente a la Hemoficción fuí y he sido yo, me avergonzaba de solo pronunciar la palabra durante años, además me dolía, me incomodaba, me irritaba, me violentaba, me molestaba enormemente, me ha dolido hasta lo más profundo”. ¿Por qué?
  
LM: Porque me daba vergüenza. ¿Hemoficción yo? Me decía. Me parecía poco para mí. (Risas)… claro... para mi tonto ego inflado. Vengo de la escuela de los directores que son dramaturgos, y aunque nunca he creído en ello (sé que es vulgar y pretencioso)… lo tenía metido en el culo....¿¡Cómo YO sometido a una dramaturgia!? Y por otro lado me golpeaba el hecho de venerar (-porque en el arte, si se quiere ser alguien, hay que tener la capacidad de venerar a otro artista). Y venerar a un muerto es sencillo, pero ¡a Juan Trigos!, ¡Un vivo! Difícil. A mí me costó mucho trabajo reconocer su grandeza. Hoy me siento absolutamente privilegiado y elegido de ser el pionero de esta vanguardia cultural pero hube de doblegar a mi propia estupidez.
 MM: No obstante, ahora eres su profeta…
 LM: Humilde emisario de esta voz divina... (Risas)... y me divierto lo indecible!!!
 MM: Para terminar, recordaremos a nuestros lectores una frase que repites incesantemente junto a otras que ya hemos citado: “La Hemoficción ha llegado hasta aquí para quedarse”. Confiamos en que no solamente la Hemoficción, sino también Lorenzo Mijares venga a Madrid y se quede con nosotros. Gracias por lo que haces, Lorenzo.
 LM: Gracias a ti por darme nuevamente la oportunidad de compartir esto que amo tanto. Y seguiré diciendo: La Hemoficción es un concilio espiritual con nuestra madre patria España.





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